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Muerte de Sócrates
(detalle) David - 1787 |
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Actitud Racional
Actitud
consistente en utilizar la razón para la comprensión y dominio del mundo
natural y humano.
Frente
a la explicación mítica del mundo aparece en Grecia en el siglo VI a. C.
la actitud racional, actitud en la que se debe englobar no sólo la
filosofía sino también la ciencia pues en este momento no hay fronteras
definidas entre ambas.
La
categoría más importante de este nuevo estado mental es la de necesidad: las cosas suceden cuando, donde y como deben suceder. El
griego descubre que las cosas del mundo están ordenadas siguiendo leyes,
descubren que el mundo es un COSMOS,
no un Caos.
Además, los
griegos desarrollaron otro concepto vinculado profundamente con el
anterior: el concepto de permanencia o esencia.
El que las cosas se comporten siguiendo leyes quiere decir que un cuerpo
no se manifiesta primero de una manera y luego de otra completamente
distinta, sino que en su manifestación
hay cierto orden, hay sólo un ámbito de posibilidades para la
expresión de cada objeto, y eso es así en virtud de lo que los griegos
denominaron Esencia o Naturaleza
de los objetos.
A partir de
esta actitud racional los primeros pensadores griegos desarrollaron una
serie de conceptos opuestos que han influido radicalmente en la filosofía
posterior:
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SENTIDOS
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RAZÓN
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CONOCIMIENTO
IMPERFECTO O MERA OPINIÓN
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CONOCIMIENTO
PERFECTO O CIENCIA
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APARIENCIA
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REALIDAD
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la
pluralidad |
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la unidad |
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lo
cambiante |
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lo permanente |
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lo que parece ser
(los fenómenos)
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lo que es (la esencia
o naturaleza) |
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lo
particular |
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lo universal |
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Es
habitual resumir la diferencia entre la actitud mítica y la racional
mediante la frase
“la filosofía nace con el paso del mito al logos” y el siguiente
esquema:
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TEXTOS PRESOCRÁTICOS-SOFISTAS-SÓCRATES
En este texto,
Aristóteles se refiere al principio de contradicción,
principio fundamental en el ejercicio de la razón y a su fundamento ontológico (imposibilidad de los contrarios); ambas
tesis forman el marco lógico y ontológico en el que se
desenvuelve la actitud racional en su relación con el mundo.
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Principio cierto
por excelencia es aquel respecto del cual todo error es imposible.
En efecto, el principio cierto por excelencia debe ser el más
conocido de los principios, porque siempre se incurre en error
respecto de las cosas que no se conocen, y un principio, cuya
posesión es necesaria para comprender las cosas, no es una
suposición. Por último, el principio que hay necesidad de conocer
para conocer lo que quiera que sea es preciso poseerlo también
necesariamente, para abordar toda clase de estudios. Pero ¿cuál es
este principio? Es el siguiente: es imposible que el mismo atributo
pertenezca y no pertenezca al mismo sujeto, en un tiempo mismo y
bajo la misma relación, etc. (no olvidemos aquí, para precavernos de
las sutilezas lógicas, ninguna de las condiciones esenciales que
hemos determinado en otra parte). Este principio, decimos, es el más cierto
de los principios. Basta que se satisfagan las condiciones
requeridas, para que un principio sea el principio cierto por
excelencia. No es posible, en efecto, que pueda concebir nadie que
una cosa exista y no exista al mismo tiempo. Heráclito es de otro
dictamen, según algunos; pero de que se diga una cosa no hay que
deducir necesariamente que se piensa. Si, por otra parte, es
imposible que en el mismo ser se den al mismo tiempo los contrarios
(y a esta proposición es preciso añadir todas las circunstancias que
la determinan habitualmente), y si, por último, dos pensamientos
contrarios no son otra cosa que una afirmación que se niega a sí
misma, es evidentemente imposible que el mismo hombre conciba al
mismo tiempo que una misma cosa es y no es. Mentiría, por
consiguiente, el que afirmase tener esta concepción simultánea,
puesto que, para tenerla, sería preciso que tuviese simultáneamente
los dos pensamientos contrarios. Al principio que hemos sentado van
a parar en definitiva todas las demostraciones, porque es de suyo el
principio de todos los demás axiomas.
Aristóteles,
Metafísica, Libro Cuarto, III (Biblioteca Filosófica. Obras filosóficas de Aristóteles. Volumen
10. Traducción: Patricio de Azcárate)
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© Javier Echegoyen Olleta
Edición en papel:
Historia de la Filosofía. Volumen 1: Filosofía
Griega. Editorial Edinumen.
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