| |
|
Muerte de Sócrates
(detalle) David - 1787 |
|
|
|
|
Naturaleza
O Physis. La totalidad de entes o cosas naturales. El principio esencial
que determina los distintos estados y movimientos que le pueden sobrevenir
a las cosas naturales.
Del griego phýsis (naturaleza)
Las primeras investigaciones filosóficas tuvieron como objeto el estudio
del mundo físico o Naturaleza. En este sentido, podemos llamar a los
primeros filósofos “físicos”. Pero no hay que pensar que sus
investigaciones eran semejantes a las de los físicos de la actualidad, por
lo que se debe distinguir la física propuesta por estos autores (física
filosófica) de la física moderna o física científica. De todas formas, la
separación entre filosofía y ciencia es algo reciente y tal vez no es
adecuada para este primer momento del pensamiento humano.
Los dos sentidos fundamentales incluidos en el concepto de Naturaleza
están vigentes en la actualidad y son la Naturaleza entendida como el
conjunto de cosas naturales, y la Naturaleza entendida como el principio
dinámico que determina el comportamiento o modo de manifestarse de las
cosas naturales.
|
|
TEXTOS PRESOCRÁTICOS-SOFISTAS-SÓCRATES
Aristóteles fue uno de los principales filósofos griegos en
la reivindicación de la Naturaleza y en su comprensión
metafísica. En el siguiente texto clásico, Aristóteles nos
ofrece la idea de la Naturaleza como principio y esencia que
determina el cambio y los rasgos de los seres naturales.
|
Algunas cosas son por naturaleza, otras por otras causas. Por
naturaleza, los animales y sus partes, las plantas y los cuerpos
simples como la tierra, el fuego, el aire y el agua —pues
decimos que éstas y otras cosas semejantes son por naturaleza.
Todas estas cosas parecen diferenciarse de las que no están
constituidas por naturaleza, porque cada una de ellas tiene en
sí misma un principio de movimiento y de reposo, sea con
respecto al lugar o al aumento o a la disminución o a la
alteración. Por el contrario, una cama, una prenda de vestir o
cualquier otra cosa de género semejante, en cuanto que las
significamos en cada caso por su nombre y en tanto que son
productos del arte , no tienen en sí mismas ninguna tendencia
natural al cambio; pero en cuanto que, accidentalmente, están
hechas de piedra o de tierra o de una mezcla de ellas, y sólo
bajo este respecto, la tienen. Porque la naturaleza es un
principio y causa del movimiento o del reposo en la cosa a la
que pertenece primariamente y por sí misma, no por accidente . Digo «no por accidente» porque alguno,
siendo médico, podría curarse a sí mismo; pero no posee el arte
de la medicina por curarse a sí mismo, sino que en este caso son
por accidente un mismo hombre el que cura y el que es curado, y
por eso en otras ocasiones pueden ser distintos. Ocurre lo mismo
con cada una de las otras cosas producidas accidentalmente:
ninguna tiene en sí el principio de su producción, sino que unas
lo tienen fuera, en otras cosas, como la casa y cada uno de los
demás productos manuales, y otras lo tienen en sí mismas, pero
no por sí mismas, como son todas las que pueden llegar a ser
accidentalmente causa para sí mismas. Naturaleza es, pues, lo que se ha dicho. Y
las cosas que tienen tal principio se dice que «tienen
naturaleza». Cada una de estas cosas es una substancia, pues es
un substrato y la naturaleza está siempre en un substrato. Y se
dice que son «conforme a naturaleza» todas esas cosas y cuanto
les pertenece por sí mismas, como al fuego el desplazarse hacia
arriba; pues este desplazamiento no es «naturaleza», ni «tiene
naturaleza», pero es «por naturaleza» y «conforme a a
naturaleza» . Queda dicho, entonces, qué es la naturaleza y qué
es ser «por naturaleza» y «conforme a naturaleza». Que la
naturaleza existe, sería ridículo intentar demostrarlo; pues es
claro que hay cosas que son así, y demostrar lo que es claro por
lo que es oscuro es propio de quienes son incapaces de
distinguir lo que es cognoscible por sí mismo de lo que no lo
es. Aunque es evidente que se puede experimentar tal confusión,
pues un ciego de nacimiento podría ponerse a discurrir sobre los
colores. Pero los que así proceden sólo discuten sobre palabras,
sin pensar lo que dicen.
Aristóteles,
Física, Libro Segundo, I (Planeta de Agostini, Editorial
Gredos, S.A. (1995), Biblioteca Clásica Gredos. Traducción:
Guillermo R. de Echandía)
|
|
© Javier Echegoyen Olleta
Edición en papel:
Historia de la Filosofía. Volumen 1: Filosofía
Griega. Editorial Edinumen. |
|