Ni
está (el SER) dividido, pues es todo igual; ni hay más aquí,
esto impediría que fuese continuo, ni menos allí, sino que está
todo lleno de ente. Por tanto, es todo continuo, pues lo ente
toca a lo ente.
Simplicio,
Fís. 145, 23
(Kirk y Raven, Los Filósofos Presocráticos, Editorial Gredos)
Por otra parte, inmóvil (el SER) en los límites de poderosas
cadenas, está sin comienzo ni fin, pues el nacimiento y la
destrucción han sido apartados muy lejos, ya que la verdadera
creencia los rechazó. Permaneciendo lo mismo en el mismo lugar,
yace por sí mismo y así se queda firme donde está; pues la firme
Necesidad lo tiene dentro de las cadenas del limite que por
ambas partes lo aprisiona, porque no es lícito que lo Ente sea
ilimitado; pues no es indigente de nada, y si lo fuera,
carecería de todo.
Simplicio,
Fís. 145, 27
(Kirk y Raven, Los Filósofos Presocráticos, Editorial Gredos)
Pero, puesto que su límite es el último, es completo por
doquier (el SER), semejante a la masa de una esfera bien
redonda, igual en fuerza a partir del centro por todas partes.
Pues ni mayor ni menor, es necesario que sea aquí o allí. Ya que
ni es lo No-ente, de forma tal que le impidiese ser homogéneo,
ni un Ente que tuviese de Ente aquí más, allá menos, pues es
todo inviolable; puesto que, siendo igual a sí mismo por todas
partes, está uniformemente dentro de sus límites.
Simplicio,
Fís. 146,15
(Kirk y Raven, Los Filósofos Presocráticos, Editorial Gredos)